sábado, diciembre 03, 2011

Ensimismamiento


Collage de Javier Piñon


La niña y el cuervo

Cuando niña odiabas los domingos
y sus lapsos circulares,
el sabor de la leche, el vestido de cuadros,
y el color plasma de las remolachas.

En el patio de los columpios, dos pajarillos en una jaula,
los que abandonaste cuando tu padre te regaló una bicicleta.

Ellos no aguantaron los celos y se escaparon
en dirección sur. Entonces conociste
sobre el abandono. Y conociste
sobre las lágrimas vergonzosas, de la insoportable levedad
de una mentira, parada en el medio de aquel largo y pulido pasillo, el cuerpo raquítico,
los vellos de las piernas con la textura de los pelos de cuervo
cayendo sobre ti la tabla periódica de los elementos
y sus propiedades,
las combinaciones que nunca lograste aprender.
Del nitrógeno,
carbono,
hidrógeno
y oxígeno
conteniendo el secreto del universo.


Sabes

Y sólo sabes que el tiempo existe,
porque puedes sentir el aliento de su paso.
Y sabes cuando es invierno
porque los huesos sufren.
Y también sabes que has nacido
más de una vez.

Mucho más allá,
eres viajera sonámbula que conoce los dos lados del viento
pero igual, sigues en busca del vaso inalcanzable.